¿Decidir dónde ir o simplemente andar?

miércoles, 23 de marzo de 2011

"La violación correctiva"


Más o menos por el año 2000, ví la primera película de una de mis actrices favoritas, Hilary Swank, su título: "Boys don´t cry". Me dejó personalmente horrorizado que su personaje, Brandon Teena, estuviese construido en base a un hecho real acontecido en Norteamérica.

Si trasladamos dicha historia a Sudáfrica, la misma deja de convertirse en un hecho aislado para convertirse en una tradición. La violación correctiva [o curativa] consiste en la violación de lesbianas por parte de hombres para corregir su "desviación sexual".

Hoy día conocemos más de 30 casos que han acabado incluso con la muerte de las víctimas. El caso más sonado, es el de Eudy Simelane, futbolista sudafricana y activista reconocida en contra de esta práctica. A Eudy la apuñalaron veinticinco veces después de ser violada delante de un grupo numeroso de hombres. Ésta fue la primera vez que los culpables fueron condenados bajo pena de prisión.

El concepto de "discriminación" se va vaciando, se pierde, cae detrás del precipicio de la injusticia, y pasa a ser una especie de idea platónica que flota espectante en el mundo de las ideas, esperando a ser escogida por algún popular erudito en un círculo de contertulios.

Hemos perdido el miedo al concepto. En una sociedad saturada de información ya no nos asusta, sin embargo, cuando nos topamos con su proyección a la realidad no soportamos tanta crudeza.

Siempre hay alguien que se considera autorizado a decirle a Miss Sarajevo y a todas sus compañeras que celebrar un concurso de belleza en el contexto de una guerra no está bien por mucha ilusión que les haga, que están siendo manipuladas...

Años antes de que este autoautorizado caballero apretara el gatillo que acabó con la vida de esta chica, los padres de la misma doblaban día tras día sus vestidos y los metían en su armario, iban al médico como si fuese a acabarse el mundo cuando su pequeña estaba enferma, cuando su pequeña creció se preocupaban cuando creían que su niña se estaba equivocando... Pero todo aquello terminó. Este señor apretó el gatillo y a Eudy Simelane le dieron veinticinco puñaladas.

Al igual que Grace [agradecida] en "Dogville" las numerosas víctimas deben estar agradecidas a sus agresores puesto que esta violación corrige y cura. No tiene nada que ver con las miserias personales de cada uno de estos individuos.

¿Cuál es la opción que nos queda con aquellos cuya forma de ser consiste en no dejar a los demás que sean como son? ¿Enfundar la pistola de Grace y hacer lo propio? ¿Vivir con ellos? Me temo que no. Si no queremos convertirnos en aquellos que nos matan día tras día solo nos queda "sobrevivir" con ellos.


[A la memoria de Eudy Simelane]

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