¿Decidir dónde ir o simplemente andar?

sábado, 10 de noviembre de 2007

La sonrisa egocéntrica de un payaso nadando en su figurada abundancia.

¿Veis la geta de este tío? Se llama Pepe Bermejo y ayer me dió la puta noche, yo iba a ver la representación del Carmina Burana de Orff que se supone empezaría a las 21 horas, pero no... Este señor, entre balbuceos y gimoteos propios de quien le tiemblan hasta las uñas porque sabe que no da la talla, soltó un jodido pregón de 45 minutos antes de que comenzara una magnífica obra interpretada aceptablemente en lo que a piano, instrumentos y barítono refiere, y de forma mediocre en lo que refiere a todo lo demás, siendo extremadamente piadoso.
Él reía, y recreaba su propia pantomima como si estuviese haciendo algo brillante en su generosa exposición de peloteo gratuito y sin mesura, porque evidentemente todos los agradecidos y peloteados aplaudían como pingüinos y el monigote se crecía. Al final cedió la palabra al alcalde de Molina (otro que tampoco le gusta nutrirse de si mismo ¿Sabes?).
Con todo, pagamos 9 euros para ver a un comediante sin talento chuparle el culo a políticos y gente que sí puede aportar algo a su coral, pero bien podría llamarlos por teléfono y ahorrarnos un sufrido calvario. Algo así, lo puedes hacer en tu casa o en la de tus amigos, pero no se debe tener la caradura de hacerlo con un público comercial...
¡No le vuelvo a ver la cara salvo accidente!