¿Decidir dónde ir o simplemente andar?

martes, 29 de marzo de 2011

El corazón de Madeleine


Un libro que me ha gustado mucho y del que no esperaba demasiado. Posiblemente por eso me ha sorprendido tan gratamente.

Soy muy escéptico cuando me encuentro genios reconvertidos a otras disciplinas, por lo general me huele muy mal. Mathias Malzieu ya me llegó dentro con su música hace bastante tiempo, cuando Thibault, mi por entonces compañero de piso - belga él -, me hizo escuchar "Dionisos" por primera vez.

Es así que mi mujer me enseñó el nuevo libro que le habían regalado, yo reaccioné con una mezcla de distancia y curiosidad. Después lo primero que hice fue ir a Internet a recabar información: Luc Besson había comprado ya los derechos para hacer la versión cinematográfica; y lo más importante: Malzieu había compuesto y editado ya una posible banda sonora.

La versión sonora la descargué inmediatamente, y la frustración fue considerable. Era la primera patata que escuchaba de un grupo que yo considero de culto. Una burda imitación de algunas bandas sonoras de las obras de animación de Tim Burton, llevada de una manera mucho más lineal y repetitiva que aquellas. después de esto tardé dos años aproximadamente en abrir dicho libro, y cuando lo abrí no sé ni porque lo hice con tanto que me gusta y que tengo a medio, tal vez la perezosa necesidad de leer algo fácil: la secuencia fue la antítesis de la anterior.

Sus influencias son tal vez demasiado evidentes, ese principio contextualizado historicamente en una importante capital europea en unas circunstancias paupérrimas, ese contraste de la magnificencia de la ciudad con la miseria del ser humano, se antoja un correlato de "El Perfume" de Süskind, y toda la estética del relato está salpicada de motivos macabros a la manera de los poemas de Tim Burton en su "La muerte del chico Ostra". Pero es innegable que Mathias tiene dotes literarias que no esperaba, una creatividad espóntanea y rica en registros, y una capcidad de síntesis que hacen de su estilo el aliciente definitivo para que el lector pase un rato agradable sin quedarse solo en eso.

Malzieu tiene una carta celosamente escondida durante todo el desarrollo del libro, dándole finalmente mátices más profundos a esta historia de "amor idílico" que no se puede quedar solo ahí, puesto que Jack no es la única persona que ama, y porque hay un amor que trasciende cualquiera que hayamos vivido antes...

miércoles, 23 de marzo de 2011

"La violación correctiva"


Más o menos por el año 2000, ví la primera película de una de mis actrices favoritas, Hilary Swank, su título: "Boys don´t cry". Me dejó personalmente horrorizado que su personaje, Brandon Teena, estuviese construido en base a un hecho real acontecido en Norteamérica.

Si trasladamos dicha historia a Sudáfrica, la misma deja de convertirse en un hecho aislado para convertirse en una tradición. La violación correctiva [o curativa] consiste en la violación de lesbianas por parte de hombres para corregir su "desviación sexual".

Hoy día conocemos más de 30 casos que han acabado incluso con la muerte de las víctimas. El caso más sonado, es el de Eudy Simelane, futbolista sudafricana y activista reconocida en contra de esta práctica. A Eudy la apuñalaron veinticinco veces después de ser violada delante de un grupo numeroso de hombres. Ésta fue la primera vez que los culpables fueron condenados bajo pena de prisión.

El concepto de "discriminación" se va vaciando, se pierde, cae detrás del precipicio de la injusticia, y pasa a ser una especie de idea platónica que flota espectante en el mundo de las ideas, esperando a ser escogida por algún popular erudito en un círculo de contertulios.

Hemos perdido el miedo al concepto. En una sociedad saturada de información ya no nos asusta, sin embargo, cuando nos topamos con su proyección a la realidad no soportamos tanta crudeza.

Siempre hay alguien que se considera autorizado a decirle a Miss Sarajevo y a todas sus compañeras que celebrar un concurso de belleza en el contexto de una guerra no está bien por mucha ilusión que les haga, que están siendo manipuladas...

Años antes de que este autoautorizado caballero apretara el gatillo que acabó con la vida de esta chica, los padres de la misma doblaban día tras día sus vestidos y los metían en su armario, iban al médico como si fuese a acabarse el mundo cuando su pequeña estaba enferma, cuando su pequeña creció se preocupaban cuando creían que su niña se estaba equivocando... Pero todo aquello terminó. Este señor apretó el gatillo y a Eudy Simelane le dieron veinticinco puñaladas.

Al igual que Grace [agradecida] en "Dogville" las numerosas víctimas deben estar agradecidas a sus agresores puesto que esta violación corrige y cura. No tiene nada que ver con las miserias personales de cada uno de estos individuos.

¿Cuál es la opción que nos queda con aquellos cuya forma de ser consiste en no dejar a los demás que sean como son? ¿Enfundar la pistola de Grace y hacer lo propio? ¿Vivir con ellos? Me temo que no. Si no queremos convertirnos en aquellos que nos matan día tras día solo nos queda "sobrevivir" con ellos.


[A la memoria de Eudy Simelane]