¿Decidir dónde ir o simplemente andar?

domingo, 22 de noviembre de 2009

"El sol saldrá mañana"


"El sol saldrá mañana", éste es el ejemplo que nos ponía David Hume para plantearnos la firmeza de aquellas "bases" que en un momento dado pueden "garantizar" nuestra estabilidad.

Contextualizando este ejemplo en su escenario completo recordamos a ese pollo que espera su comida todos los días a la misma hora, hasta que llega ese día en que el campesino no se la dá, y simplemente le parte el cuello para cocinarlo. Y es así que en cierto modo nosotros somos ese pobre animal cuando miramos al cielo amanecer tras amanecer, y nos decimos con calmada seguridad: "El sol saldrá mañana".

Un ejemplo tan sencillo como revelador en tanto que una de las grandes enseñanzas a adquirir en el trancurso de nuestra a veces breve, a veces prolongada existencia, es que no nos podemos acomodar, tenemos que estar preparados para afrontar una vida que normalmente es los suficiente larga como para que se produzcan como poco dos o tres acontecimientos que cambien por completo nuestra persona, y todo lo que hemos sido anteriormente se rompa. Es entonces cuando definimos quienes somos.

Da igual lo previsto que lo tengamos todo, casi siempre llega ese punto de inflexión en el que todo lo que tenemos se nos escapa de las manos, y estar preparado es aprender a volver a cogerlo.